sábado, 17 de octubre de 2009

SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Durante la guerra, los soviéticos sospechaban que británicos y americanos habían optado por dejar a los rusos el grueso del esfuerzo bélico, y forjar una unión contra los soviéticos una vez que la guerra estuviera decidida a favor de los aliados, para forzar a la URSS a firmar un tratado de paz ventajoso para los intereses occidentales. Estas sospechas minaron las relaciones entre los aliados durante la II Guerra Mundial.
Los aliados no estaban de acuerdo con cómo deberían dibujarse las fronteras europeas tras la guerra. El modelo americano de "estabilidad" se basaba en la instauración de gobiernos y mercados económicos parecidos al estadounidense, y la creencia de que los países así gobernados acudirían a organizaciones internacionales (como la entonces futura ONU) para arreglar sus diferencias. Sin embargo, los soviéticos creían que la estabilidad habría de basarse en la integridad de la propias fronteras de la Unión Soviética. Este razonamiento nace de la experiencia histórica de los rusos, que habían sido invadidos desde el Oeste durante los últimos 150 años. El daño sin precedentes infringido a la URSS durante la invasión nazi (alrededor de 27 millones de muertos y una destrucción generalizada y casi total del territorio invadido ) conminó a los líderes moscovitas a asegurarse de que el nuevo orden europeo posibilitara la existencia a largo plazo del régimen soviético, y que este objetivo solo podría conseguirse mediante la eliminación de cualquier gobierno hostil a lo largo de la frontera occidental soviética, y el control directo o indirecto de los países limítrofes a esta frontera, para evitar la aparición fuerzas hostiles en estos países.

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